viernes, 15 de julio de 2011

Tienes unos zapatos para mi???


Los zapatos reflejan la personalidad, fetiches, pasiones, comodidad, inseguridad, salvajismo. Eso dicen, aunque si miro para el piso no se cómo mi personalidad se parece a un par botas negras carentes de brillo. ¿O será que si? No se. Tampoco me voy a poner a pensar en eso, cada uno mire su zapato y dígame si se parece a usted.

Inevitablemente siempre le miro los zapatos a la gente, y no crean que soy solo yo. El 85% de las mujeres hace lo mismo y le da un valor o categoría a las personas por el tipo de zapatos que usa. Es que como no hacerlo, si los zapatos dicen mucho de lo que son las personas: si es un zapato raro, colorido y diferente a los de los demás, puedo pensar que es una persona creativa, divertida, que no le importan los parámetros sociales y que es tan original como su zapatos.

Si por el contrario es de las personas que usa tenis para todo, pienso de usted lo que pienso de sus zapatos: que usted es informal, que es tranquilo, que siempre estará listo para la acción, que la complicación no se hizo para usted. Lo malo es que lo pueden mal interpretar. Si es un ejecutivo y llega a su oficina en tenis, seguramente el jefe no le dará la crédito a su trabajo. Bueno, eso era lo que sucedía hace un tiempo, hoy en día las empresas valoran más el trabajo que la imagen. En mi trabajo desde hace algunos meses no se permiten los Converse blancos. Que mal, ¿no? Porque a mi siempre me han gustado y no sólo en blanco sino en todos los colores.


Por estos días mi atención se centra en los zapatos, no precisamente en los de los demás, esta vez son los míos. La razón:  debo elegir los zapatos para mi matrimonio.

Esta es una compra que debe hacerse con cuidado, no solo porque es uno de los momentos más importantes en la vida de cualquier mujer, sino porque sería terrible hacer una mala elección. Diariamente 5 de cada 10 mujeres compra la talla que no es, no seré yo parte de esas 5 que compra mal.

Los planes antes de la boda continúan, la carrera no para, los nervios arrecian y los días en el trabajo como siempre a millón. Mientras tanto yo me fijo en los pequeños detalles, las cosas chiquitas que hacen que lo grande sea aún mejor y especial. Como mi matrimonio. Para algunos será normal, otros asistirán por compromiso, otros, como las chicas con las que he compartido los últimos años de mi vida y la familia, se emocionarán y se pondrán tan felices como yo.

Detalles y más detalles… cosas locas que te llevan mucho tiempo y que al final sólo tu notas. En el último mes mi atención se ha volcado a los diseñadores de zapatos. Pero no se imaginan las cosas que me he encontrado: desde diseños que se venden como nuevos y que algunos pueden confundir con vintage pero que al final son solo diseños anticuados ausentes de personalidad; otros diseños son tan atrevidos que ni el dragqueen más alocado quisiera usar; otros que dicen desesperadamente "cómeme", zapatos atrevidos fetichistas y exagerados que hacen que cualquiera se vea loba y ordinaria.


En este momento busco algo cómodo, algo lindo, algo azul y algo mío, pero nada que lo encuentro. Es tan difícil elegir todo perfecto para ese gran día… Pido poco, pido que sean cómodos, que sean altos, creo que cómodo y altos no combina pero bueno... pido que sean azules como las plumas del pavo, pido que sean elegantes y que se parezcan a mi.

¿Será que los encuentro?