miércoles, 6 de octubre de 2010

Acabo de abrir la puerta del cuarto de san alejo para escapar…



Suenan los teléfonos todos frente a sus pantallas, nadie mira a nadie, nadie habla con nadie, cada uno es un mundo aparte, todos sumergidos en el trabajo, y miles de entregas para hoy, cada quien arma en un mundo aparte, tecleando como si el mundo se estuviera acabando y escuchado música enajenados hasta el cansancio. Eso es un día en mi trabajo. Hoy siento que tengo el nivel de tolerancia más bajo de toda la semana, después de no ver más que lluvia por alrededor de una semana, he decidido escapar.


Abro la puerta de mi adorado cuarto de san alejo y busco en los cajones del viejo escritorio mis recuerdos más felices, me regreso en el tiempo y vuelvo 11 años atrás, en un día como hoy a esta hora venía en el bus del colegio con afán para llegar y andar en medias por toda la casa, comer y contarle a mi mamá todo lo que me había ocurrido, puede que nada sea importante pero para ella escucharme siempre ha sido apasionante, será por qué es mi mamá? O será que soy buna echando cuentos?, no lo sé, recuerdo uno de esos días en la década de los 90´s donde nada me preocupaba y cada cosa por pequeña que fuera me hacía sentir feliz.


Ver verano eterno, pido la parola, leer seventeen o tu, escuchar a Riky martin, hablar horas por teléfono, y a unicentro a comer helado o comprar cerveza para tomármela con mis amigos a la luz del play station, esa era una vida sin tropiezos.



DESPIERTE QUE LE ESTÁ SONANDO EL TELÉFONO
La lluvia me tiene mamada, quiero escapar y mi cuarto de san alejo es un buen espacio para hacerlo, quiero encontrar un sentido diferente a estos días gastados inútilmente, saben algo, todos debería tener un cuarto de san alejo, un espacio de salida, en el que puedan entrar para alejarse de aquello que sienten, los está absorbiendo. Bueno, ahora de regreso a mi puesto de trabajo, mi teléfono parece que va a estallar con su timbre y debo intentar concentrarme hasta que termine el día.

1 comentario:

  1. Pasa uno todos los dias trabajando por un cheque que a veces ni alcanza y tampoco quita la preocupacion constante y mucho menos el aburrimiento de ser adulto con responsabilidades. Quiero volver a los 90s!!!!

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